¿Qué hay más clásico en el periodo vacacional que el horror a meterse en el agua que nos inculcó Steven Spielberg a mediados de los 70? Eso y la amenaza de muerte por corte de digestión en las dos horas posteriores a la comida son dos ejemplos de los grandes traumas estivales de los de mi generación.
Celebremos este hito vital con una nueva parodia/mash-up de este clásico de cine con uno de los anuncios que más suenan este verano.
Lo que está claro es que antaño el peligro estaba en el agua; hoy solo nos tenemos que preocupar de que no nos roben los descuideros, ignorar los vendedores de cerveza que pasan cada 2 minutos, declinar amablemente los servicios de masajistas chinas ilegales y no verse envuelto en una redada anti-manteros en las playas de Calafell.
Buen verano!
jueves, 2 de agosto de 2012
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