Durante la inspección rutinaria en un taller textil del barrio de Fondo de Santa Coloma los Mossos d'Esquadra han realizado un sorprendente hallazgo: un acelerador de partículas de dimensiones gigantescas.
Yao Wei, propietario del local y ciudadano chino, ha puntualizado en una entrevista concedida a Radio Tele-Taxi que "en realidad tratarse de Gran Colisionador de Hadrones, aunque gente del barrio ya llamarlo chinotrón. Siempre hablar cosas malas de los chinos cuando nosotros trabajar, sólo trabajar".
"Sea lo que sea, lo llamen como lo llamen, esto no puede estar aquí y punto", ha declarado la alcaldesa de la localidad, Nuria Parlon. "Ya hemos llamado al CERN de Ginebra a ver si les falta algo, pero no, allí todo parece estar en orden. Así que no sabemos lo que están tramando el señor Wei y sus empleados".
Wang Shixiong, Cónsul General de la República Popular China en Barcelona, ha hecho entrega a Justo Molinero de la siguiente nota de prensa: "Es grave afrenta que señora de ayuntamiento insinúe que los chinos sean vulgares ladrones. Honorable señor Wei, como buen emprendedor, sólo ha copiado sofisticada maquinaria para acelerar producción de taller de confección y poder tener dia y medio de descanso a la semana. El pueblo chino exige disculpas".
A tenor del aumento de la tensión diplomática, el conseller de Interior Joan Saura ha tenido que regresar de sus vacaciones de Semana Santa en Palma Mallorca para tomar cartas en el asunto. En una segunda inspección visual al citado local, se ha descubierto una puertecilla que daba acceso a un túnel circular de unos nueve kilómetros de longitud que ha aprovechado en gran parte el trazado de la nueva línea 9 del metro.
Lejos de aumentar la alarma ciudadana, ha contribuido a aclarar ciertas cosas entre el vecindario. "Esto ya daría algo más de sentido a la presencia del Gran Colisionador de Hadrones", nos explica Fermín Gómez, quiosquero de la calle Mozart, "ya que sin un circuito por donde hacer circular los haces de protones hasta alcanzar el 99,99% de la velocidad de la luz, ese cacharro no sirve de nada".
Un vecino, que acaba de comprar El Mundo Deportivo, le dice: "Y no te olvides de que eso también explica tanto chino entrando y saliendo del metro a todas horas. Que yo me preguntaba: si viven aquí y trabajan aquí, ¿adónde debe ir todo ese montón de gente? Pues ahí los tenías, horadando el subsuelo".
El Ministerio de Exteriores está valorando si debe realizar algún tipo de protesta al gobierno chino o no, ya que todavía no se sabe si el Sr. Wei actuó por cuenta propia o por encargo de su gobierno. Es más, todavía debe determinarse si realmente se ha cometido algún tipo de acto delictivo o una simple infracción de la normativa municipal.
"Es que ni siquiera lo podemos empapelar por arrojar ilegalmente los escombros de la obra, porque no han aparecido por ningún lado", explica el portavoz local de la policía.
Entretanto, millones de relojes de arena han sido puestos a la venta en todos los bazares orientales de la comarca por el irrisorio precio de 60 céntimos de euro.
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