En un determinado momento de mi meteórica carrera profesional, la empresa tuvo la gentileza de asignarme un dispositivo móvil BlackBerry. Algunos ya sabréis que mi relación con la tecnología en general y con la telefonía móvil en particular no suele ser muy placentera, pero dado que el disponer de un cacharro de éstos viene a ser un símbolo de estatus, no le íbamos a hacer un feo.
Con estas cosas suele suceder como con el cerebro humano, que empleamos el 10% de su capacidad. El personal del Departamento de Sistemas todavía utiliza menos su potencial intelectual, así que me dieron el teléfono tal cual, sin caja ni manual de instrucciones. Es como si te dijeran: "Aquí tienes. A partir de ahora va a ser tu mejor amigo. Ya os iréis entendiendo".
Hasta ahí ningún problema. Pero como soy un tipo con inquietudes, quería sacar más partido al aparatejo y, rebuscando por los rincones de la empresa (no me preguntéis dónde), encontré un librillo que podía arrojar algo de luz sobre la materia.
Se titulaba "BlackBerry Curve 8520 Smartphone - Información sobre el producto y la seguridad". Un nombre que no incita a la lectura, lo sé. Lo que nunca alcancé imaginar era la cantidad de horror que se escondía en su interior...
La página 3 del manual empezaba pisando fuerte: "El uso de baterías que no han sido aprobadas por Research In Motion (RIM) puede representar un riesgo de incendio o explosión, que podría causar daños graves, la muerte o la pérdida de propiedad".
Toma ya. Además, estas gentiles advertencias se aplican también al uso de fundas y cargadores. No importa de qué elemento se trate: todo lo que entra en contacto con el dispositivo BlackBerry puede estallar, sembrando la muerte y la destrucción a su alrededor.
Sigamos: "Si normalmente lleva el dispositivo BlackBerry en contacto con su cuerpo, utilice una funda RIM [...] o mantenga una distancia de 25 mm. entre el dispositivo y su cuerpo mientras el dispositivo está transmitiendo. [...] Los efectos a largo plazo por exceder las normas de exposición a RF pueden presentar el riesgo de daños graves". Mmm... me gustaría saber cómo utilizar un aparato que está pensado para pegártelo a la oreja sin que se me derrita el cerebro. A lo mejor si conectamos el altavoz...
Ah! pues no: "No acerque nunca el dispositivo BlackBerry al oído cuando active el altavoz del dispositivo BlackBerry. Podría sufrir lesiones auditivas graves e irreversibles". Si queremos utilizar un teléfono el resto de nuestras insignificantes vidas, nada de juntar altavoz y oído.
"No dependa del dispositivo BlackBerry para comunicaciones de emergencia. Las redes inalámbricas que son necesarias para hacer llamadas de emergencia o enviar mensajes no están disponibles en todas las áreas [...]". Total, lo más probable es que la emergencia sea que el dispositivo BlackBerry ha explotado. Mejor acudir a un locutorio paquistaní.
"No desmonte el dispositivo BlackBerry. El dispositivo BlackBerry contiene piezas pequeñas que pueden provocar riesgo de asfixia". Se sobreentiende que la edad media de un usuario de BlackBerry supera los 4 años de edad; aún así, yo propondría cambiar el texto por: "No intente comerse el dispositivo BlackBerry".
"Mantenga el dispositivo BlackBerry alejado de dispositivos médicos, incluidos marcapasos y audífonos, ya que pueden funcionar incorrectamente provocando lesiones graves o la muerte a usted o a otras personas". Todos sabemos que el personal sanitario tiene órdenes de alejamiento contra los dispositivos BlackBerry. El tema de la muerte empieza a ser tan recurrente que ya ni asusta.
"No ponga el dispositivo BlackBerry en contacto con líquidos, ya que se puede provocar un cortocircuito, un incendio o una descarga eléctrica". Menudencias. Yo aquí, a estas alturas, hubiera amenazado con la mutación y multiplicación del dispositivo BlackBerry en una horda de gremlins furiosos.
Apocalíptico, ¿verdad? Pues solamente hemos llegado hasta la página 4 del manual.
En la próxima entrega acabaremos desgranando las advertencias de un dispositivo que tiene más peligro que las siete plagas de Egipto.
Ahhhgrr!!!! Y yo pegado a él todo el día...
ResponderEliminarA mí tampoco me dieron manual ni nada! Empiezo a pensar que quizás fue premeditado.
Quizás podemos pedir un plus de peligrosidad, ¿no?... (quien sabe si con el tiempo alguno de nuestros achaques pueda catalogarse de "enfermedad profesional").
Ah... y yo no sabía que el personal sanitario tiene órdenes de alejamiento contra los dispositivos BlackBerry... Eso sí, me consta que el personal sanitario és uno de los colectivos menos vacunados contra la gripe "A".
Que curioso.
Gracias. Espero con impaciencia conocer a que peligros adicionales estoy expuesto.
JL