El malestar empieza minutos antes del partido viendo este póster promocional del film:
En el centro sale Keanu Reeves en el papel de Kai el mestizo (que a veces pensamos que es el protagonista pero que en realidad no lo es), debajo la bruja chunga con los ojos de David Bowie, a la derecha el tipo tatuado de calavera, a la izquierda el maligno guerrero gigante (no hagáis caso de la escala utilizada en la creatividad) y justo debajo un muñeco enano entre las sombras que da la espalda al espectador, que no es otro que el samurai Oishi, que da nombre al film y que creemos que es el auténtico protagonista de la peli. Por cierto, el sitio al que se dirige es la Isla del Holandés, que parece inspirada en el pueblo de Woodtick de Monkey Island 2: LeChuck's Revenge.
Pero centrémonos en el chico calavera. Aparece en pantalla como unos 30 segundos y creo que tiro largo. Tiene frase, eso sí. Le pregunta a Oishi que adonde va o a quién busca.
No sé yo, pero dada la nula relevancia de este siniestro personaje en la historia, hubiera sido más honesto no utilizarlo en el cartel promocional y poner en su lugar, qué se yo, al samurai gordito, que tiene más apariciones en el transcurso de la peli.
Y si les gustaban tanto los tatuajes del chaval (que por cierto son auténticos y su friki portador se llama Rick Genest) pues haberle dado tres frases elaboradas y algo más de tiempo en pantalla. Es más, me da la sensación que sale más en el trailer que en la peli en sí.
Porque además éste es el típico trailer que no solo te enseña todo lo chulo de la peli sino que si ordenas las escenas debidamente te resume a la perfección toda la historia para que realmente no tengas necesidad de verla.
Próximamente, el spoiler en su totalidad.
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