Pues ha reventado.
El puñetero Internet no funcionaba. Fue una experiencia casi cercana a la muerte: ante mis ojos pasó este episodio de Enjuto Mojamuto:
Así que, ante la espeluznante perspectiva de tener que llamar al servicio técnico, tuve una súbita inspiración: Percy Olivares.
Gracias a Percy Olivares y a la incompetencia del Servicio de Atención al Cliente de Telefónica, en algún rincón de la casa había una caja con la posible solución a mi problema.
La caja, que estaba acumulando polvo y pelusas desde el pasado mes de febrero contenía un moderno router inalámbrico aún por estrenar.
Dicho y hecho; ha sido reemplazar el viejo router por el nuevo y volver a la ciber-normalidad.
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